Ingredientes
Bizcocho:
200 gr. de azúcar.
250 gr. de harina.
250 gr. de “Suero de leche”
2 huevos.
Una cucharadita de esencia de vainilla.
Una pizca de sal.
80 gr. de mantequilla blanda (en pomada).
2 cucharada de cacao en polvo puro.
Un sobre de levadura química.
1/2 cucharadita de colorante rojo.
Cobertura o frosting:
300 gr. de nata para montar.
500 gr. de queso cremoso (Philadelphia, Mascarpone).
180 gr. de azúcar glasé.
Preparación
Precalentar el horno a 180º. Batir los huevos con la mantequilla y el azúcar hasta obtener una masa cremosa y blanquecina, añadir la esencia de vainilla, el colorante y el suero de leche. Mezclar bien hasta que el colorante se haya disuelto por completo. En un bol, mezclar la harina, la levadura, el cacao en polvo y la pizca de sal.
Tamizar la mezcla de harina encima de la mezcla de huevos y remover hasta que se mezclen por completo las dos preparaciones. Verter la mezcla en un molde cubierto con mantequilla. Hornear unos 40 minutos, pichar con un palillo de brocheta hasta comprobar que salga seco, sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.
Frosting
Montar la nata bien fría con el azúcar glasé y reservar en el frigorífico. Montar el queso crema con un poquito de esencia de vainilla, una vez batido lo mezclamos con la nata montada con unas varillas y con movimientos envolventes para que no se bajen.
Montaje del pastel
Una vez “frío” (para cortar los bizcochos con éxito deben estar completamente fríos), lo ponemos sobre una rejilla metálica, cortamos el bizcocho en tres capas con un cuchillo grande de sierra que sea algo más grande que el bizcocho (así no tendrá “trancos”), separar las capas y reservarlas. Cubrir con frosting la primera capa, colocar la segunda capa y apretar suavemente; volver a repetir la operación y por último la última capa; cubrimos la totalidad del pastel con lo que nos quede de frosting, reservando un poco de éste en una manga pastelera para hacer el adorno.
Por último colocamos la rejilla encima de una bandeja o papel de plata y espolvoreamos todo el frosting con coco rallado coloreado, sirviéndonos de la bandeja para recoger y reutilizar el coco que se vaya cayendo.